
Naturaleza, cultura y preciosos pueblos se combinan para crear la comarca turolense del Maestrazgo. Los amantes del turismo rural encontrarán un verdadero paraíso en estas tierras de Aragón, recorriendo sus paisajes y villas con calma, descubriendo todos sus bellísimos rincones en una ruta apasionante.
De La Iglesuela del Cid a Cantavieja
La primera parada de esta ruta por el Maestrazgo es el pueblo de La Iglesuela del Cid, declarado Conjunto Histórico Artístico. En su Plaza Mayor encontraremos el edificio del Ayuntamiento, la iglesia de la Purificación y el Palacio Matutano-Daudén, que a día de hoy ha sido reconvertido en un hotel de 4 estrellas y pertenece a la Red de Hospederías de Aragón. En la villa también podremos visitar los palacios renacentistas de Guijarro, Grande y Aliaga, además del Santuario de Nuestra Señora del Cid, en las inmediaciones.

De aquí pasaremos a Cantavieja, que se asoma al precipicio desde lo alto de un peñón con un precioso casco antiguo declarado Bien de Interés Cultural. Se trata de uno de los conjuntos monumentales más completos del gótico aragonés, con un pasado relacionado con la Orden del Temple y la Orden de San Juan del Hospital. Las iglesias de San Miguel y de la Asunción, la Casa del Bayle, el Museo de las Guerras Carlistas son paradas imprescindibles.
De Mirambel a Tronchón
La ruta continúa con el pueblo de Mirambel y su recinto amurallado, al cual entraremos por el Portal de las Monjas. Paseando por su casco histórico de calles empedradas, descubriremos el edificio del Ayuntamiento, que alberga una cárcel gótica, así como los palacios de los Aliaga y los Castellot, el convento de las Agustinas, la iglesia de Santa Margarita y la Lonja.

Ahora es el turno de la villa de Tronchón, ubicado a 1.009 metros sobre el nivel del mar. El famoso Queso de Tronchón es su principal seña de identidad, a lo que se suma su patrimonio arquitectónico: la iglesia de Santa María Magdalena, el edificio del Ayuntamiento y el Palacio del Marqués de Valdeolivo marcan su entramado urbano.
De Villarluengo a Molinos
Villarluengo es la siguiente parada del itinerario, donde destacan la iglesia neoclásica de Nuestra Señora de la Asunción y el Ayuntamiento del siglo XVI. Se suman las masías fortificadas de la Torre Santa y el mirador conocido como el Balcón de los Forasteros. Además, junto al pueblo se extienden los Órganos de Montoro, unas impresionantes formaciones rocosas de gran belleza natural.

Finalmente, podemos terminar el recorrido en Molinos, paseando por sus calles empinadas y descubriendo edificios tan interesantes como la iglesia parroquial de Nuestra Señora de las Nieves o la Casa Consistorial. Por otro lado, la naturaleza de la localidad también enamora a todos sus visitantes, y es que aquí podremos adentrarnos en las llamadas Grutas de Cristal, un conjunto de cuevas kársticas repletas de estalactitas y estalagmitas.
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