El bastón blanco, mucho más que un símbolo: "Identifica, informa y protege a las personas con discapacidad visual"

El bastón blanco, mucho más que un símbolo: "Identifica, informa y protege a las personas con discapacidad visual"
Vivencial Capaces ONCE. Discapacidad
Vivencial Capaces ONCE. Discapacidad
Vivencial Capaces ONCE. Discapacidad

Desde hace más de cuatro décadas se celebra cada año el Día Internacional del Bastón Blanco, una herramienta indispensable para facilitar los desplazamientos y la autonomía de las personas ciegas. Desde entonces, esta herramienta se ha convertido en todo un símbolo universalmente conocido que sirve para identificar cuándo una persona con la que nos encontramos tiene discapacidad visual, por lo que este día se utiliza también para dar a conocer las necesidades y derechos de las personas con discapacidad visual y reconocer sus logros y de su independencia.

Sin embargo, las personas ciegas, incluso las que lo son de nacimiento, no aprender a usar el bastón de manera intuitiva o espontánea, sino que necesitan un periodo de formación y de instrucción para aprender a usarlo correctamente y sacarle el máximo partido.

Esto lo consiguen gracias a una figura única, la del Técnico de Rehabilitación de la ONCE -conocidos en la organización como TR-, una persona que, entre otras muchas cosas, habilita a las personas ciegas o con poca visión a usar esta valiosa herramienta.

Chus Bellón es TR desde hace 25 años, y por sus manos han pasado desde niños de nueve meses ciegos de nacimiento hasta personas mayores que han ido perdiendo visión con los años. 

La importante labor de los TR en el uso del bastón

El TR es una figura indispensable para los afiliados de la ONCE, pues trabajan, junto con psicólogos, trabajadores sociales, técnicos de empleo, instructores de tiflotecnología… para hacer la vida más fácil a las personas con discapacidad visual. En su caso, además requieren de una formación específica que añadirán a su formación de base, "además de ser maestros de educación especial, psicólogos -como es mi caso-, educadores, etc. tenemos que hacer un curso en la ONCE de 9 meses, que tiene una parte teórica y una práctica, de la que te tienes que ir examinando", explica Chus.

Según cuenta, se trata de una formación bastante dura en la que solo te dan "una libreta, un bastón y un antifaz", pero su labor lo requiere, pues es la persona que ayuda a las personas con discapacidad visual a tener una mayor autonomía con todas las capacidades que tenga, "con la poca visión que tenga, su capacidad cognitiva, sus intereses, con sus necesidades…". 

La movilidad es conseguir que la persona acabe desplazándose de manera autónoma 

Una parte importante de nuestro trabajo es, de hecho, ayudarle a sacar el máximo partido al resto visual que tengan, "hay que enseñarles a mirar y aprovechar ese resto, a prestar atención a los otros sentidos, la lateralidad… todo eso tenemos que trabajarlo antes de empezar con áreas más concretas y más duras, como la orientación y la movilidad, que es donde entra el bastón", explica, "y la movilidad es conseguir que la persona acabe desplazándose de manera autónoma por donde quiera, ya sea con o sin bastón. Empieza aquí, en una sala donde empezamos los entrenamientos, pero acaba moviéndose por todas partes con bastón blanco, sin bastón blanco, porque no necesariamente todo el mundo lo necesita o lo quiere". 

Chus Bellón, en el espacio donde empieza a enseñar a usar el bastón. Una vez dominada la técnica, salen a la calle.
Chus Bellón, en el espacio donde empieza a enseñar a usar el bastón. Una vez dominada la técnica, salen a la calle.
Sergio García

Pero, aunque es una parte fundamental para la autonomía, los TR no solo trabajan la movilidad, su labor se extiende a todas las facetas de la vida de las personas, como puede ser, "manejar un teléfono, atarse unos zapatos, peinarse, maquillarse, vestirse como quiera, cocinar, cuidar a los niños… y todo lo que se te ocurra". 

No solo para ciegos totales

Chus Bellón quiere dejar claro que el bastón blanco es una herramienta muy útil, no solo para las personas ciegas, sino también para aquellas que tienen baja visión, que cada vez son más, porque "cada vez hay menos ciegos totales, pero más con baja visión, sobre todo por enfermedades asociadas a la edad"

El bastón también para todas esas personas que, por ejemplo, "ven muy borroso, por agujeros… De hecho, la mayoría de la gente que veis con bastón tiene resto visual, no es ciega total. Hay gente que la ves leyendo el periódico y lleva un bastón, pero a lo mejor es porque tiene una agudeza del 80% que le permite leer un periódico, pero tiene un campo visual muy muy reducido porque tiene retinosis pigmentaria o glaucoma, que se les va reduciendo el campo y provoca que, por ejemplo, se vayan tropezando con todo lo que no tengan en frente, porque no lo ven".

La sala cuenta con varias texturas en el suelo para que la persona con discapacidad visual se familiarice con el sonido que hace el bastón en cada una de ellas.
La sala cuenta con varias texturas en el suelo para que la persona con discapacidad visual se familiarice con el sonido que hace el bastón en cada una de ellas.
Sergio García

Es importante que, como explica la TR de la ONCE, seamos conscientes de que estas personas existen, porque "aún tenemos la idea de que las personas con discapacidad visual son solo los ciegos totales, que van con gafas de sol, que tienen los ojos velados… pero hay mucha gente que tiene los ojos como el de las personas que no tienen ningún problema, nadie adivina que no ven, y eso puede hacerles pasar por situaciones muy complicadas. En estos casos, el bastón, además de para ayudarles en sus desplazamientos, es muy útil para que los situemos, para ‘decirnos’  '¡Cuidado conmigo, que no veo bien!'".

La mayoría de la gente que usa bastón tiene resto visual, no es ciega total. A lo mejor ve muy borroso o tiene un campo visual muy muy reducido

El bastón es, por tanto, un símbolo muy rápidamente reconocible, pero sobre todo es una herramienta muy útil, "nosotros invitamos a gente a que lo use, porque da mucha información sobre todo lo que hay en el suelo: cambios de altura, agujeros, texturas, materiales… y también te protege de un golpe o una caída, porque si hay una escalera, una pared, un obstáculo… el bastón me dice, ¡cuidado!".

Sin embargo, el que sea un símbolo puede ser también un hándicap, sobre todo para gente a la que le cuesta asumir su discapacidad visual, "algunas personas nos dicen que no quieren usarlo precisamente por eso, porque dicen que es como llevar una etiqueta en la frente. Por eso, a veces no puedes introducirlo de primeras, es como si llamaras al demonio. En esos casos, hay que hacer un trabajo previo del psicólogo, intentar que lo lleven en el bolso, que se acostumbren a llevarlo… Esto ocurre con personas que veían y que, poco a poco, por enfermedades del ojo, van degenerando". 

Formarse para aprender a usar el bastón

Una vez que las personas con discapacidad visual y los TR están convencidos de que es el momento, empieza la formación. Primero, hay que enseñarles la técnica, algo que se hace en salas específicas que tiene la ONCE en sus instalaciones, como la que visitamos en su sede de Madrid, "primero hacemos muchísimo pasillo para que la gente tenga la técnica acogida antes de bajar a la calle. En salas como esta -la que aparece en las fotos y el vídeo- el suelo está controlado, hay nada, es liso y saben que no hay peligro". 

Antes de salir a la calle, tienen, por tanto, que haber aprendido la técnica, "se les enseña cómo hay que abrirlo, la postura corporal, a llevarlo en el arco que le corresponde, con el movimiento que le corresponde, coordinado…". 

Una vez dominada la técnica, empiezan a salir a la calle y el bastón se va incorporando en la movilidad, "primero es 'muévete', luego 'muévete tú solo'… primero hacemos mucho de 'mamá patito' pero luego hay que irse distanciando. Luego vas incorporando cómo orientarte en la calle, cómo localizar objetivos, como ir de un punto a otro, cómo hacer una ruta y volver, cómo utilizar transporte público…".

A veces la gente presupone que necesitan ayuda, agarran, cruzan… y eso es muy invasivo

Este acompañamiento no es algo cerrado, se adapta a cada persona, por eso puede durar más o menos en función de sus habilidades y de sus objetivos, aunque la media suele ser de algo más de tres meses, "hay gente que solo lo quiere llevar de símbolo o para ver si hay obstáculos, otros para hacer una ruta determinada, otros para todo…", cuenta Chus.

A partir de ahí, ya pueden 'volar solos', pero Chus Bellón nos cuenta que, "a lo mejor, una persona que solo quería formarte para llevar a sus hijos andando al colegio, al tiempo coge seguridad y nos pide ayuda porque quiere coger el transporte público".

Chus Bellón enseña a gente con discapacidad visual a usar el bastón desde el inicio.
Chus Bellón enseña a gente con discapacidad visual a usar el bastón desde el inicio.
Sergio García

En cuanto a la edad, tampoco hay una fija, "yo soy partidaria de introducirlo en cuanto antes, en cuanto la persona lo necesita. De hecho, tuve un niño con el que empecé con nieve meses, luego empecé ayudarle a moverse en la guardería y con tres años, en el colegio, empezamos con el bastón. Recuerdo que yo empezaba a decirle 'venga, Edu, que el bastón nos va a empezar a decir cosas' y él estaba encantado decía '¡aquí hay arena, aquí una puerta, aquí el suelo!'. Luego le contaba a la profesora que el bastón no paraba de hablar. Y en cierto modo es así, y si empiezas desde pequeños, lo ven como una herramienta más".

Chus Bellón quiere dejar claro que el bastón es mucho más que para detectar obstáculos, es una gran herramienta que da mucha más información de la que creemos, "la movilidad también es el uso del transporte público, saber orientarme, conocer toda la accesibilidad que hay en la calle, los cambios de textura, detectar los encaminamientos… porque nosotros, en el primer golpe de vista, lo vemos todos, nos situamos, pero ellos no".

Es, por tanto, un punto de partida para acceder a todas las medidas de accesibilidad que existen, como "unas etiquetas de colorines que están poniendo en paradas y estaciones, aplicaciones que describen las estaciones de metro… apoyos que les evitan tener que estar siempre atentos, les orienta, les guía con la ayuda del bastón…". Un bastón que, además, es todo un mundo, pues hay de distintos tamaños, colores -el rojo y blanco indica que además de discapacidad visual tienen discapacidad auditiva- y los hay con "diferentes tipos de terminaciones, de punteras, según el terreno sea de baldosas, adoquines…".

En definitiva, una herramienta, el bastón, tan universal como la solidaridad que suelen despertar en la sociedad las personas con ceguera, tanta que, a veces, tenemos que pensar antes de lanzarnos a ayudar, porque como explica Chus Bellón, "a veces la gente presupone que necesitas ayuda, te agarran, te cruzan… y eso es muy invasivo. Con los ciegos pasa, al igual que a las personas con discapacidad en general, que vemos la discapacidad por encima de la persona, y la discapacidad es un añadido, no son ellos, y a veces nos olvidamos y solo vemos al ciego, así que, por favor, ante la duda, pregunta, nunca ayudes sin preguntar".  

Estas gafas simulan cómo ve una personas con el campo visual muy reducido.
Estas gafas simulan cómo ve una personas con el campo visual muy reducido.
Sergio García
Mostrar comentarios

Códigos Descuento