
Leire Gorrochategui y Jorge del Bosque son matemáticos y trabajan en banca. Jorge dice que son curiosos, que les gusta descubrir y aprender cosas nuevas. Siguiendo esta premisa vital hicieron un curso de accesibilidad relacionado con las páginas web y la discapacidad visual. A los dos les gustó mucho el tema y les llamó la atención. Jorge tiene una discapacidad, pero nada que ver con el terreno visual.
Gracias al curso aprendieron cosas como la importancia del contraste o del tamaño del texto para que una página web sea accesible para una persona con discapacidad visual. “Cuando haces una web accesible teniendo en cuenta estos elementos sirve para todas las personas, no es como la carta en braille que solo la pueden leer ciegos. Si está bien diseñada debería ser accesible para todos”, cuenta Leire. También conocieron el mundo de los lectores de pantalla. “Son softwares que leen el contenido que tú ves en la pantalla y que permiten entrar en los botones, enlaces. Los lectores de pantalla te permiten navegar como lo haces tú por una web, solo que en vez de navegar por la vista, es por la voz”, dice Leire.
“Generalmente los problemas de accesibilidad en las páginas web están en las imágenes y en los pdf”, añade Jorge. Cuando un restaurante cuelga, por ejemplo, una foto de su carta, esto no le sirve absolutamente de nada a una persona con discapacidad visual. En el mejor de los casos el lector de voz le dirá imagen de la carta del restaurante pero nada más, no puede leer lo que hay en dicha imagen.
Mientras la pareja hacía su curso, la prima de Jorge abría un restaurante. Ellos descubrieron la falta de accesibilidad que hay en las páginas web y pensaron que sería bueno que el nuevo restaurante de la prima de Jorge tuviera una carta online accesible para personas con discapacidad visual.
Así nació Restaurantes Para Todos en 2022, una asociación sin ánimo de lucro que adapta las cartas de los restaurantes para que sean accesibles para las personas que tienen una discapacidad visual. “Empezamos en formato digital pensando para lectores de pantalla”, cuenta Leire, “y ahora imprimimos también en papel en braille”.
Restaurantes Para Todos es una página web donde están todos los restaurantes que tienen su carta adaptada y también una aplicación móvil que funciona exactamente igual que la web. “Todas las cartas tienen un tabla de contenido para que puedas ir a las distintas secciones sin tener que ir pasando por todos los platos de la carta”, explica Jorge. “Esto posibilita que vayas directamente a la carne o a los postres, por ejemplo”. La web y la app incluyen también un buscador para buscar restaurantes por tipo de comidas o por ubicación.
La pareja colabora con Farpe, la Federación de Asociaciones de Distrofias Hereditarias de la Retina. Gracias a las peticiones y guía de personas con discapacidad visual pueden elaborar correctamente las cartas accesibles de los restaurantes. Cuando empezaron no conocían a nadie con discapacidad visual, así que fueron contactando con varias personas a través de las redes sociales y les pedían ayuda para asegurarse de que lo que estaban haciendo servía.
La asociación cuenta con el apoyo de distintos voluntarios, como la madre del propio Jorge, que es quien tiene la impresora braille en su casa y se encarga de imprimir las cartas en papel para los restaurantes. La familia y el resto de voluntarios hacen todos los materiales accesibles tanto en su formato online como en papel.
“Todavía somos poquitos restaurantes”, dice Leire. “Tenemos las cartas adaptadas del 1 o 2% de los restaurantes de España (unas 700 cartas de 48 provincias)”, añade Jorge. “Lo suyo sería que cuando una persona con discapacidad visual salga a comer pueda elegir entre más restaurantes”, sigue Leire. “Esto es lo que nos gustaría a nosotros y a las personas con discapacidad visual”.
Jorge, Leire y el resto de voluntarios dedican su tiempo libre a Restaurantes Para Todos. “Se hace lo que se puede”, dice Jorge. “Vamos a empezar a cobrar 20 euros a cada restaurante que aparezca en nuestra web porque me gustaría pagar a alguien para que haga el trabajo de forma más seria”, sigue Jorge. “Queremos delegar”, completa Leire. “Tal como estamos ahora no me veo creciendo porque no nos da la vida ni de tiempo ni de dinero”, dice Jorge.
Mientras hacen lo posible para obtener ingresos y poder contratar a una persona, Leire y Jorge nos piden un favor: “Nos ayudaría mucho que cuando alguien vaya a un restaurante les hable de nosotros y les invite a que contacten para unirse”, dice Leire. “La persona tarda un momentito y es lo que nos viene mejor para que se vaya dando a conocer”, concluye Jorge.
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