La guerra de dividendos complementarios de BBVA y Sabadell redefinirá la opa a la espera de la CNMC
BBVA ha difundido este lunes una entrevista realizada por el propio equipo del banco a su presidente, Carlos Torres. Un clásico que el grupo suele difundir por estas fechas para hacer balance del ejercicio anterior y dar pistas sobre las expectativas del negocio de cara a los próximos meses. Sin embargo, a diferencia de otras veces, en esta ocasión no ha aludido a las previsiones de dividendo, solamente ha mencionado el reparto de 15.000 millones desde 2021 entre efectivo y recompra de acciones. Este silencio se produce después de meses de hostilidades entre ambos bancos, que han hecho de la política de remuneración una de las principales armas para persuadir a los inversores.
La clave se encuentra en el tiempo que tome la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en analizar la opa en 'fase II', periodo que normalmente tiene una duración de tres meses, aunque el contador se para cada vez el organismo solicita más información. Este escenario -que no estaba contemplado inicialmente en el calendario de BBVA- puede empujar la operación hacia una nueva fase. Todo dependerá de si los accionistas de la entidad catalana votan antes o después del siguiente dividendo. La oferta pública de adquisición fue planteada a través de un canje de acciones, por lo que cada distribución de capital debe ser descontada del mismo.
El pago del pasado otoño forzó a acometer un ajuste de las condiciones iniciales, por el que se pasaba de una acción de BBVA por cada 4,83 de Banco Sabadell a una acción cada 5,0196, así como el abono de 0,29 euros cada cinco títulos para mantener la oferta puesta sobre la mesa el pasado 9 de mayo, términos que podrían volver a cambiar con un mayor peso del ‘cash’ en caso de que el periodo de aceptación arranque después de abril, fecha en la que tradicionalmente tanto BBVA como Banco Sabadell abonan el dividendo complemetario anual.
Su cuantía, sin embargo, suele conocerse antes, coincidiendo con la presentación de resultados anuales y las cifras pueden ser claves para atraer a más o menos institucionales a la oferta. Los pagos se esperan récord, en línea con los resultados y, de acuerdo con los términos de la oferta, forzarían a ajustar otra vez la ecuación de canje y a elevar el pago el efectivo.
Así, los analistas prevén que la firma de origen vasco coseche un nuevo récord de beneficio con unas ganancias estimadas para el conjunto de 2024 de 9.407 millones, un 17% más con respecto a los 8.019 obtenidos en los doce meses anteriores, según recoge el consenso de ‘Bloomberg’.
El grupo con sede en La Vela tiene estipulado un 'pay-out' de entre el 40 y el 50%, inferior al de su 'opado' que lo elevó al 60% hace unos meses, para el que los analistas proyectan que ganará más de 1.600 millones (+20%). En base a estas cifras, que serán publicadas en las próximas semanas, el mercado comenzará a hacer números para deducir cómo podría quedar la oferta final. Desde el lanzamiento de esta operación, una parte de los expertos considera crucial ofrecer efectivo a los accionistas en aras de aumentar las probabilidades de que salga adelante, por lo que este componente puede jugar un papel determinante en el éxito o fracaso del plan orquestado por el equipo de Carlos Torres.
Desde Bank of America (BofA) sostienen, además, que BBVA puede subir su apuesta por la entidad catalana hasta valorar la entidad en 12.000 0 13.000 millones si incluye 1.000 o 2.000 millones en dinero, con un desembolso de entre 0,2 y 0,4 por acción. De este modo, la oferta pasaría de 2,2 euros a 2,4 euros y comenzaría a acercarse a lo que denominan la "frontera de la creación de valor", según sus cálculos de sinergias.
José Ramón Iturriaga, gestor y socio de Abante Asesores, pone el foco en la CNMC, cuyo dictamen aún no se conoce, así como en el precio de la oferta, cuyo ajuste se ha acometido con el objetivo de que se mantenga invariable. 'A priori' descarta cualquier mejora, salvo que los requisitos impuestos por el regulador sean “leoninos” o anticipen un gran rechazo por parte de los minoritarios, que poseen alrededor del un 48% del capital del banco. Según Iturriaga, estas serían las dos únicas opciones que empujarían a BBVA a subir el precio para hacerse con el Sabadell.
De forma paralela, desde ATL Capital, Ignacio Cantos, se ve determinante el dictamen que emita el organismo liderado por Cani Fernández. Cabe destacar que la entidad ha modificado la condición de aceptación mínima de la opa, de tal manera que ahora está supeditada a alcanzar más de la mitad de los derechos de voto efectivo en lugar de lograr el apoyo del 50,01% del capital. Excluye así la autocartera con el objetivo de asegurarse de que se hace con el control en caso de lograr los avales suficientes.
El presidente de BBVA está convencido de que los accionistas del grupo con sede en Alicante aceptarán el proyecto de fusión de este 'megabanco' para competir en la lista de los 25 bancos más valiosos del mundo, lista en la que no figura ningún banco de la eurozona. "Esto es uno de los temas que tenemos que trabajar", ha remarcado.